Madrid, 31 may (PL) El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tenía hoy sus horas contadas tras la decisión de los nacionalistas vascos y catalanes de apoyar su destitución, impulsada por el Partido Socialista (PSOE), principal de la oposición.
Los cinco representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso de los Diputados confirmaron este jueves que votarán mañana a favor de la moción de censura presentada por el PSOE contra el mandatario, acorralado por la corrupción en sus filas.
El apoyo del PNV, unido al de las fuerzas catalanas, era clave para que prosperara la iniciativa, que a todas luces llevará este viernes al poder al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, con el respaldo de 176 escaños, la mayoría absoluta de la Cámara baja.
Además del respaldo del PNV y de las dos agrupaciones de Cataluña (Esquerra Republicana y Partido Demócrata), la cuestión de confianza contra el también líder del conservador Partido Popular (PP) tendrá el aval de la coalición Unidos Podemos, tercera fuerza parlamentaria.
La moción fue registrada el pasado viernes, un día después que se conocieran duras penas a antiguos dirigentes del PP, en una de las mayores tramas corruptas en la historia reciente de España.
La sentencia del conocido caso Gürtel condenó el jueves a penas que suman 351 años de cárcel a 29 de los 37 acusados en el juicio por una red de financiaciones, pagos y adjudicaciones ilícitas, que salpicó a una decena de ex altos cargos de la derecha gobernante.
El fallo, que puso en duda la palabra del propio Rajoy cuando en julio de 2017 compareció como testigo durante el proceso, consideró probado que entre los condenados y el PP se tejió un «auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional», a través de la manipulación de la contratación pública.
También impuso a la formación oficialista una multa de 245 mil 492 euros como partícipe a título lucrativo por beneficiarse de la trama en sus primeros años.
La resolución judicial dejó mal parado al jefe del Ejecutivo al ver poco verosímil su alegato del año pasado, además de cuestionar su credibilidad y la de otros testigos que negaron la existencia de una contabilidad paralela o «caja B» en el partido.
De esa manera, la organización conservadora presidida por Rajoy se convirtió en el primer partido político procesado por corrupción en este país europeo.
Al defender su iniciativa, el socialdemócrata Sánchez solicitó el apoyo de todos los representantes del Congreso para lograr que España salga del «lodazal de la corrupción en la que nos ha metido el PP».
En su opinión, la falta de asunción de responsabilidades por parte de Rajoy y de su organización abre el «necesario debate sobre dónde ponemos el listón de la ejemplaridad de los cargos públicos».